La estructura social de los osos es simplista por el hecho de que casi todos los osos son solitarios en la naturaleza. La excepción es cuando se reproducen o cuando las madres están cuidando a sus crías. Existe un tipo de oso, el oso labiado, que funciona en manada y caminan en grupos de adultos con sus crías. En estos escenarios hay un macho y una hembra dominante, y todos trabajan juntos para cuidar a los jóvenes.
Los osos machos son muy territoriales, y a menudo marcan su área con su olor, asegurándose de que todos los demás machos de la zona sepan de su existencia. De vez en vez los machos se desafían unos a otros con el fin de obtener el derecho a la alimentación o algún lugar determinado. Estas batallas pueden ser intensas y al final, incluso, con uno de ellos muerto o gravemente herido.
En otros casos, el rugido de los grandes osos pueden asustar a los más jóvenes que no son tan fuertes y no querrán participar en una batalla de la saben que no serán capaz de ganar. Los osos jóvenes estarán en busca de cualquier territorio del que un macho no se haya hecho cargo y al que pueda reclamarlo como propio.
Las hembras son más tolerantes las unas a las otras y con frecuencia se pueden ver reunidas en las mismas áreas de alimentos y agua. Su territorio a menudo se superponen con de los machos, pero no parece ser un problema. Los machos son los que inician el contacto a la hora de aparearse, al darse cuenta de los olores de las hembras.
Aunque que los machos pueden luchar entre sí por el derecho a aparearse, las hembras, a menudo, no tienen mucha opción en la materia. Pueden lesionarse o morir si se niegan a tomar parte en el proceso de apareamiento, los machos se encargan del proceso de cortejo y si ella responde positivamente, el contacto físico se seguirá llevando a cabo.
Las hembras parecen ser muy apasionadas sobre el cuidado de sus crías, pondrán sus propias vidas en riesgo con el fin de protegerlos de otros osos, depredadores y de los seres humanos. Es increíble ver la cantidad de interacción social que tiene lugar entre una osa y sus crías, ella parece ser siempre paciente, dispuesta a guiarlos, se abraza con ellos, juega con ellos, y se asegura que satisfacer sus necesidades, siempre que sea posible.
Si el alimento es escaso las madres van a alimentar a un cachorro con las mejores posibilidades de sobrevivir y abandonará a la otra cría. Esto se puede ver con los osos polares, donde la escasez de alimentos es común y hay que caminar largas distancias antes de encontrar comida.
Los investigadores han pasado gran cantidad de tiempo evaluando la estructura social de los osos. Se cree que son animales muy inteligentes y que son capaces de procesar información en un alto nivel.